HOY ME SIENTO TAN AGRADECIDA POR TODO LO VIVIDO
Soy una mujer de 52 años, emprendedora y madre de dos hijos grandes. Me gusta crecer, romper las barreras, soy valiente, fuerte y me gusta ayudar a mucha gente. Soy una mujer humanitaria, honesta, humilde, con un carácter fuerte y con la fuerza de voluntad necesaria para salir adelante.
Durante mi recorrido, he comprendido que la clave de la felicidad y el éxito radica en cultivar el amor propio, enfocarnos en nuestro interior y reconocer nuestro poder creador. Cuando vivimos desde el amor y alineamos nuestra vibración con la abundancia, atraemos todo lo bueno a nuestras vidas.
Nací en un pueblito llamado El Colorado, provincia del Carchi de Ecuador. Crecí en una familia de 10 hermanos, con pocos recursos y un padre con adicciones. A los 5 años, ya me encargaba de tareas domésticas como preparar café con leña. A los 7 años, mi madre me dejó vivir con mi abuela, donde experimenté sucesos dolorosos, incluyendo abuso sexual por parte de un sacerdote y luego por un grupo de hombres. Tras la muerte de mi abuela, regresé a vivir con mi madre, quien nunca se enteró de estos traumas.
Mi época de colegio fue más feliz, hasta que conocí a mi primer novio, mucho mayor que yo. Estuvimos juntos 4 años, hasta que quedé embarazada en mi último año de colegio. Mi hijo falleció a los tres días por causas desconocidas, y mi novio se casó con una amiga. Sumida en el dolor, decidí irme de casa, robándole 20 dólares a mi madre. Llegué a otra ciudad con mi hermana menor, donde encontramos trabajo y seguí adelante. Conocí a mi esposo, con quien tuve dos hijos maravillosos.
Cuando mi esposo se quedó sin trabajo, decidí viajar a España con mis ahorros. Llegué a Barcelona y empecé a trabajar como empleada de hogar. Con el tiempo, mi esposo y mis hijos me pidieron que regresara a Ecuador, así que abrí una cafetería. El negocio prosperó al principio, pero luego empecé a tener pérdidas y tuve que cerrarlo. Mi matrimonio terminó en divorcio y mi esposo se fue con otra mujer.
Mis hijos me animaron a no perder mi visado español, así que regresé a Barcelona, esta vez con depresión y sin ganas de seguir. A pesar de todo, encontré fuerzas y conseguí trabajo cuidando a una señora de 91 años. En ese momento, descubrí el libro "La Voz de tu Alma" y empecé mi camino de crecimiento personal. Asistí a seminarios y eventos, y finalmente encontré un mentor que me ayudó a superar el victimismo, el estrés y la ansiedad.
Me uní a la escuela de oratoria, a pesar de mi miedo a hablar en público. Me gradué como speaker internacional y empecé a emprender, lanzando retos en Facebook. Seguí formándome en coaching, gestión emocional, PNL, sanación de las emociones y finanzas. Nunca imaginé que llegaría a invertir y encontrar tranquilidad financiera.
En mi camino, he conocido a personas maravillosas que han contribuido a mi crecimiento. También he enfrentado desafíos de salud, como un diagnóstico de artritis que superé gracias a mi mentalidad positiva y mi compromiso con el bienestar. He aprendido a cuidarme a través del ejercicio, la alimentación saludable, el descanso y la formación continua.
A lo largo de mi vida, he pasado por la pérdida de bienes materiales, quedarme en cero y ver sufrir a mis hijos. Sin embargo, he salido adelante gracias a mi resiliencia, mi fuerza interior y mi búsqueda constante de crecimiento personal y espiritual. Hoy me siento bien, plena y lista para seguir compartiendo mi historia y ayudando a otros a encontrar su propio camino hacia la felicidad y el éxito.